"Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano" (Isaac Newton)

sábado, 4 de diciembre de 2010

Tomemos conciencia



No somos el ombligo del mundo. Eso es lo que me digo siempre que contemplo la Naturaleza. Los seres humanos somos egocéntricos y vanidosos, pensamos que todo gira en torno nuestro, que las montañas, los ríos, el mar nos pertenecen, que los animales están aquí para que hagamos con ellos los que nos plazca, que para eso somos los amos del mundo. Que contaminamos las aguas, pues ya se encargará alguien de limpiarlas; que se nos descongelan los polos, total para cuatro focas y cuatro osos que hay allí ¿para qué preocuparnos? si sube el mar pues los que viven en la costa ya se apañarán, que no edifiquen en las playas; que nos cargamos los bancos de atunes en el cantábrico, pues nos vamos a otro sitio a seguir dando por saco a más atunes y de paso arrastramos con los grandes barcos con redes de última generación todo bicho viviente que se atreva a ponerse en nuestro camino. En fin, y un largo etcétera de despropósitos y barbaridades que tarde o temprano nos pasarán factura.
Estoy cansada de conocer personas que no piensan, que dedican su vida a estar en la línea recta, que nunca reflexionan acerca de qué somos y qué hacemos aquí. Resulta muy fácil dejarse llevar por la comodidad del presente, de este presente que nos ofrece un abanico infinito de oportunidades para consumir todo aquello que deseemos y para derrocharlo, si nos apetece. Nos da igual lo que les ocurra a los que vienen detrás, la herencia que les dejemos; y si nos da igual lo que pase con los de nuestra propia especie con los de otras, sean animales o vegetales, como si se desintegran.
Recuerdo lo bien que me aprendí yo la lección de los ecosistemas y de la cadena alimenticia. Fue en una excursión que hice con el cole al Safari Park, que en mi época se llamaba también El Rincón de Félix, allí aquel señor tan simpático que salía en la tele y su equipo, nos explicaron el ciclo de la vida de una manera muy gráfica. Aprendí que todos somos valiosos, que los humanos formamos parte de la Naturaleza como un roble o como un lobo y que nos necesitamos los unos a los otros para pervivir más allá de nuestra propia generación. Y me alegro mucho de haber tenido esa conciencia desde que era una niña, tal vez fuese también una cuestión de temperamento, no lo sé, a finales de los 70 era raro oír hablar de Ecología fuera del ámbito de la asignatura de Ciencias Naturales y, una de dos, o tenías desarrollada una sensibilidad especial hacia la Naturaleza, con lo cual el caldo de cultivo era propicio para que germinase la conciencia ecológica, o te dedicabas profesionalmente a la Biología.
Me pregunto hacia dónde nos llevará la evolución. Si somos la especie elegida, si somos los animales más inteligentes del planeta ¿por qué seguimos obviando el hecho de que necesitamos al resto de especies que pueblan la Tierra para seguir existiendo como especie? ¿por qué el hombre occidental , soberbio gallo de corral, no se da cuenta de que deberíamos convivir en armonía con el entorno, gestionando con racionalidad los recursos naturales que tiene este planeta? Me hace gracia que miremos por encima del hombro a otras culturas que sí han sabido convivir durante siglos con la Naturaleza. Nos creemos que por formar parte de un mundo lleno de confort con todos esos inventos que nos hacen la vida más fácil, somos más felices. Eso es lo que creemos, o lo que otros nos hacen creer, pero en el fondo muchos sabemos que no es así. Particularmente me hace más feliz sentir que soy un eslabón más de la cadena y que formo parte de un todo, de un paisaje, de un plan universal o divino, sea cual sea éste, y que junto a mí hay una infinidad de seres diferentes que comparten conmigo el milagro de existir. Creo que deberíamos recapacitar, creo que aún estamos a tiempo, cada uno poniendo un pequeño grano de arena, porque no sólo es una cuestión de las decisiones de los poderosos, es algo que nos concierne a todos. Tenemos un hermoso planeta, lo mínimo que podemos hacer por él es respetar la biodiversidad y en la medida que somos la especie más evolucionada cuidar de que nuestros inventos no maten aquello que nos da la vida.

Dejo aquí un enlace que me mandó una amiga y que me parece que habla de este tema con mucha más profundidad.
Proyecto equo

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