"Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano" (Isaac Newton)

viernes, 14 de enero de 2011

Persiguiendo escritoras


El primer libro de adultos que leí en mi vida fue “Orgullo y prejuicio” de Jane Austen. Probablemente tenía 14 años, una edad propicia para exaltaciones románticas. Con el paso de los años mis lecturas se hicieron un poco más góticas y filosóficas y dejé olvidada a esta autora. Resucitó mi interés por ella cuando ví en televisión una serie de la BBC sobre la adaptación del libro “Orgullo y prejuicio”, al que siguió otra sobre “Emma”. Debió ser por el 95 más o menos. Y volví a leer a Jane Austen.
Hollywood vio un filón en los libros de Austen y adaptó “Persuasión” de Roger Mitchell en 1995; “Sentido y sensibilidad” de Ang Lee también en 1995, con una magnífica Emma Thompson, Kate Winslet y Hugh Grant; “Emma” de Douglas McGrath en 1996 con Gwyneth Paltrow; “Mansfield Park” de Patricia Rozema en 1999 y “Orgullo y prejuicio” de Joe Wright en 2005 con Keira Knightley y Matthew Macfadyen.

No es que yo sea muy fan de las pelis hollywoodienses porque la mayoría de ellas son clichés y, por lo tanto, muy previsibles, pero reconozco que los americanos son los mejores para las grandes producciones y el entretenimiento en general. Como los libros de Jane Austen no son excesivamente profundos, las producciones americanas bordan las adaptaciones. De todas ellas me quedo con la última que he mencionado de “Orgullo y prejuicio”, me parece estupenda. He descubierto casualmente que en Estados Unidos se pasó otro final distinto al europeo, sin que ninguno de los dos sea el mismo que en el libro, pero cada uno tiene su punto.
Es verdad que este tipo de literatura suele rechazarse por parte de algunas personas tachándola de cursi o sentimental, pero nada más lejos de la verdad, quien piense eso es porque no ha leído ninguno de sus libros. A Jane Austen no se la puede clasificar ni de una cosa ni de otra. Hay que situarse en el contexto, ella vivió a finales del siglo XVIII y principios del XIX, la crítica velada (o no tanto) a la sociedad de su época es importante; una sociedad en la que las mujeres de clase media tenían una única salida para no caer en la miseria: el matrimonio. No se las permitía ni trabajar ni administrar la fortuna familiar. Austen se rebeló contra aquello, en su vida real rechazó casarse por el hecho de que no habría sido por amor sino por una cuestión puramente económica. A la muerte de su padre logró salir adelante gracias a que empezó a publicar sus libros, uno de sus hermanos era el que se encargaba de hacer de “representante” y negociaba los derechos de dichos libros. Era una sociedad hecha a la medida de los hombres, en las que las mujeres eran una sombra silenciosa que bordaban, tocaban el piano y leían libros de comportamiento decoroso, poquito más que un ornamento doméstico.
Las heroínas de Jane Austen huyen de todo convencionalismo, son jóvenes alegres, dinámicas, inteligentes, que en la mayoría de los casos saben manejarse muy bien solas. Me encanta el entusiasmo de Emma, por ejemplo, o la fuerza de Elizabeth Bennet. Son personajes femeninos pero lejos de ser ñoños o cursis, como suele pasar con algunos personajes de novelas de la época del Romanticismo, son rebeldes, sutilmente rebeldes (y con causa). Y los personajes masculinos, dentro de su papel de hombres serios que se ciñen a la norma, son también ciertamente “modernos” en su fuero interno, terminan absolutamente subyugados por lo diferente, por la frescura y la espontaneidad de ellas. Personalmente me quedo con el Señor Darcy, creo que con 14 años me enamoré totalmente de este personaje de “Orgullo y prejuicio”, es el prototipo de “hombre duro”, callado, observador, un tanto arrogante y orgulloso (aunque una intuye que es sólo una fachada), en cuyo fondo guarda un tesoro. Y creo que todavía conservo un poquito de ese sentimiento porque en la versión de esta peli del 2005 el actor Matthew Macfadyen volvió a enamorarme otra vez :-), antes lo hizo el actor británico Colin Firth en la versión de la BBC y seguro que cualquier otro actor que haga de señor Darcy seguirá enamorándome porque es uno de mis personajes literarios preferidos.

En fin, que hoy tenía ganas de hablar de Jane Austen porque me apetece volver a leer sus libros (los que no leí) y ver las series y las pelis, de hecho he pedido varias de ellas a la FNAC, incluyendo una serie basada en los personajes de “Orgullo y prejuicio” que se llama “Persiguiendo a Jane Austen” y que trata de una tía de nuestra época que vive en una casa victoriana y descubre una puerta que la conecta con la historia del libro y se mezcla con los personajes y desbarata un poco dicha historia, debe ser bastante divertida. Se puede decir que cuando me gusta algo piso hasta el fondo el acelerador y durante una temporada me empapo bien del asunto, sea del original o de los sucedáneos. Me gusta la variedad y si he de criticar algo prefiero conocerlo por mí misma, por sistema no confío en el criterio ajeno. Sean como sean los sucedáneos de lo que estoy segura es que seguiré amando secretamente a Darcy :-):-)

2 comentarios:

  1. Echando como siempre agua a mi molino, recuerdo un libro de 1994, sobre las escritoras romanas:
    No sólo hilaron lana, en ediciones Clásicas.

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  2. Un año de estos me lo tomaré sabático para leer lo que tengo pendiente y las recomendaciones de los amigos. Gracias :-)

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