"Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano" (Isaac Newton)

sábado, 25 de diciembre de 2010

Sobre Punset y la educación

Me encanta el blog de Eduard Punset, desde que descubrí a este señor en televisión, por una de esas maravillosas casualidades que te brinda el deporte del zapping, no he dejado de seguirle; de hecho todos los meses soy fiel consumidora de su revista REDES, la cual devoro en unos días mientras saboreo el desayuno de media mañana en los “100 montaditos”. Cuando vuelvo al trabajo lo hago con otro ánimo porque durante unos minutos me he adentrado en los confines del Universo o me he sumergido en el sistema nervioso y he visto desde otra perspectiva mi propio cerebro.
Creo que Punset merece los premios que ha recibido, que son muchos y de muy diversa índole, porque sabe como nadie hacer llegar al público en general todos aquellos proyectos, estudios y trabajos científicos que solo conocen un reducido número de eruditos del tema. En este país harían falta muchos más divulgadores de las Ciencias Sociales, de las Ciencias de la Salud y de la Ciencia en general para desterrar a tanto cantamañanas y a tanta choni poligonera de las televisiones, las radios y las revistas chorras . Soy un poco radical con estas cosas, lo sé, pero es que no puedo con la tontería humana. Opino que teniendo una herramienta tan maravillosa como es el cerebro, tan dispuesta a aprender cosas nuevas y a modificar las ya aprendidas para seguir evolucionando, el no querer utilizarlo o no sentir la más mínima curiosidad por averiguar cómo funciona es un tremendo error que nos deja a la altura de una ameba (bueno, de una ameba sin ambición, que seguro que hay alguna ameba lista que se puede sentir ofendida por la comparación jajajaja).
Voy a dejar aquí en el blog para compartir un enlace de uno de los últimos programas de “Redes para la ciencia” sobre la educación de los niños, que es el pilar fundamental en el que debe sustentarse una sociedad. Me parece que estamos constantemente tropezándonos con el mismo ladrillo en cuestiones educativas, sin ser experta en el tema deduzco por lo que leo y por lo que veo con mis propios hijos que no van bien encaminadas las instituciones a la hora de impartir conocimientos a los más pequeños. Me pregunto a menudo cuál es el motivo de no modificar el sistema educativo a pesar de que se sabe que no funciona como debería, ¿por qué hay tanto miedo al cambio?, ¿por qué ser tan reacios a experimentar otros modelos?

http://www.redesparalaciencia.com/4114/redes/redes-77-crear-hoy-las-escuelas-de-manana


3 comentarios:

  1. Precisamente acabo de leer hace unos pocos días su último libro "El viaje al poder de la mente", totalmente recomendable. Y otro autor también muy interesante es José Antonio Marina. Respecto a la educación, pues ¿qué quieres que te diga?, que estoy deseando jubilarme para poder enseñar en alguna ONG o algo parecido, porque ahora no se puede enseñar; en el aula más bien somos "domadores" (estate quieto, saca el libro, cállate) que enseñantes.

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  2. ¡Cómo ha cambiado todo, Angel! REcuerdo lo que me gustaban a mí tus clases de latín y lo bien que nos portábamos todos....Entiendo que ahora debe ser muy frustrante para un profesor enseñar, sobre todo en lo que respecta a la rama de Humanidades. Los chavales de hoy en día no tienen ningún interés en aprender sólo quieren tener una vida contemplativa en la que el dinero venga de la manera más fácil posible. Te confieso que me da mucho miedo el futuro de mis hijos.
    Con respecto a tus planes para después de la jubilación creo que la enseñanza de adultos debe ser mucho más satisfactoria, es otra opción. Los tutores de la UNED, por ejemplo, transmiten mucho entusiasmo en sus clases. Pero, por cierto ¿no estabas en nocturno? debe haber diferencia entre diurno y nocturno en cuanto a la edad de los alumnos ¿no?

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  3. Diurno y nocturno son dos universos paralelos: no tienen nada que ver el uno con el otro, efectivamente. En nocturno puedes trabajar y el alumnado te motiva y te pide. Espero poder seguir en nocturno; si fuera así, probablemente retrasaría mi jubilación, porque a mí, lo que de verdad me gusta, es enseñar.

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